El ámbar es una gema orgánica formada a partir de la resina fosilizada de árboles, principalmente coníferas, que existieron hace millones de años. Esta resina se endurece y fosiliza a lo largo de millones de años debido a la presión y a la acción del tiempo. Se encuentra principalmente en zonas costeras y puede ser lavado por el agua y transportado a lo largo de los ríos y océanos.
Propiedades Terapéuticas
El ámbar emana una energía cálida y vibrante que puede revitalizar y estimular el cuerpo y la mente. Se dice que promueve la vitalidad, la fuerza y la resistencia, y ayuda a superar la fatiga y el agotamiento.
Puede aliviar el estrés, la ansiedad y las emociones negativas, promoviendo la calma y la paz interior.
Usado como amuleto de protección. Puede proteger contra energías negativas, malas influencias y el mal de ojo. También ayuda a purificar el aura y el ambiente, alejando las energías negativas.
El ámbar se considera una piedra que puede facilitar la conexión con planos superiores de conciencia y promover la apertura mental. Mejora en la meditación, la introspección y la búsqueda espiritual.
Características Físicas
El ámbar es principalmente compuesto de carbono e hidrógeno, con pequeñas cantidades de oxígeno y otros elementos presentes. Es una sustancia orgánica, ya que se origina a partir de la resina vegetal fosilizada.
Es relativamente suave en comparación con otras gemas, con una dureza de aproximadamente 2-2.5 en la escala de dureza de Mohs. Esto significa que puede rayarse fácilmente con materiales más duros.
El ámbar puede ser transparente, translúcido o incluso opaco, dependiendo de la presencia de inclusiones y de la calidad del espécimen. En cuanto al color, puede variar desde tonos amarillos y anaranjados hasta marrones.